Revista Comarcal

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EDITORIAL 12

Queremos autopistas

Si bien las vías de comunicación en la comarca han mejorado sensiblemente durante los últimos años (quien no recuerda el camino de cabras que era la carretera de Riaño antes del arreglo) aún son más los kilómetros de carretera que están en malas condiciones que los aceptables, sobre todo si tenemos en cuenta que aspiramos a incrementar la afluencia de turistas y por aquí no tenemos puertos ni aeropuertos.

Pero no son solo estas las vías de comunicación en las que andamos retrasados, actualmente hay otros caminos, por los que circula la información, donde andamos más anticuados todavía. Se trata de las conexiones para enviar y recibir información a través de ordenadores, donde aún manejamos una maquinaria que se podría definir como "de a pedales".

Cuando salen los anuncios en la tele comentando las ventajas del ADSL se hace difícil comprender que ese anuncio no va dirigido a nosotros, pues en nuestra comarca este invento es imposible de utilizar.

Hay planes y más planes sobre la importancia de que las tecnologías de la información y comunicación (normalmente llamadas TIC) consigan llegar al medio rural, pero estos planes funcionan con lentitud, casi tan lentos como las conexiones a Internet de que disponemos.

La marginación a que se somete al mundo rural ante la indisponibilidad de conexiones de banda ancha es difícil de calcular pues la evolución del sector de la información y las comunicaciones es tan rápida que resulta muy complicado evaluar las consecuencias de permanecer al margen.

Veamos, según fuentes del programa Red.es en León hay 211 municipios de los que el 91% continúan sin acceso a vías rápidas de transmisión de información (ADSL por ejemplo) lo que supone un total de 183.627 habitantes. Claro está, esta población es solo el 37%, el resto, los de los pueblos grandes y ciudades, sí tienen acceso a la ciber rapidez. En España los datos no son mucho más positivos y alrededor de 6.400 pueblos no disponen más que de la línea telefónica (lenta y cara) para comunicarse a través del ordenador.

Alrededor del 80% del territorio español permanece sin acceso a Internet mediante banda ancha y solo el 20% tiene acceso al ADSL. No es difícil imaginarse cuales son las zonas beneficiadas, ya que lo que priman son los criterios de rentabilidad.

Al igual que con los descubrimientos científicos y los avances médicos, el progreso en las tecnologías de la información y comunicación es positivo en tanto en cuanto se generalice, si no es así, suponen un punto más de marginación a los sectores que no pueden disponer de ello.

Se habla de muchos programas encargados de introducir esta tecnología en las zonas rurales, pero de momento parece que se quedarán obsoletos antes de que podamos disfrutar de ello. Queremos autopistas, no para coches y camiones, sino para que fluya la información y la comunicación hasta los pueblos con todo lo que ello significa de potencialidad en el desarrollo humano y económico.

¡¡¡ADSL YA!!! O LO QUE SEA.