Revista Comarcal

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EDITORIAL 48

Los Pocos de Picos de Europa

El Parque Nacional de los Picos de Europa vive su enésima catarsis administrativa en su casi un siglo de vida.

La intención de la Junta de deslindar el parque regional del parque nacional a través de una disposición en el anteproyecto de Ley del Patrimonio Natural, sacando los valles de Valdeón y Sajambre del regional, viene a solventar una aberración administrativa proveniente del duelo entre los partidos políticos mayoritarios a finales del pasado siglo, uno “encastillado” entonces en el Gobierno de Fuensaldaña y otro agonizando en el de Madrid y claro, con amores tan ásperos, poco bueno se podía engendrar: Un parque regional declarado a la “trágala”, incluyendo todo el territorio que no contenía el de Covadonga en la zona leonesa y un parque nacional que discurría por el Sur siguiendo las líneas administrativas del término municipal de los dos ayuntamientos imposibles de evitar en la ampliación por el León, Oseja y Posada, siendo el único caso en toda la Red de Parques Nacionales donde esto ocurre, ya que los planes técnicos incluían terrenos de Burón y Boca de Huérgano, dejando así otro legado histórico grabado en los mapas en honor a la incapacidad y el desencuentro político.

Fue un mal momento pues para la ampliación del viejo Parque Nacional de la Montaña de Covadonga al actual Picos de Europa, como ha ocurrido en casi todas las encrucijadas que ha sufrido el parque nacional, reflejo irónico de aquello que el marqués de Villaviciosa, Pedro Pidal, quiso destacar cuando bregó por la declaración del primer parque nacional en España, argumentando que se trataba de: “un santuario de la Historia, la Religión y la Naturaleza en un solo y sublime espacio”, por aquello del comienzo de la Reconquista, la Santina y lo soberbio del paisaje que encierra. Pues tal cual, parece un reflejo de la suerte que actualmente corren estos conceptos, desde luego no para vanagloriarse.

Ahora, acto seguido al deslinde, resurge el asunto de la denominación Picos de Europa, polémica tampoco nueva, pues ya tras la declaración de los dos espacios protegidos hubo detractores que argumentaban la falacia de denominar Picos de Europa a un espacio con más de 120.000 Has. que contenía sólo circunstancialmente (como la actualidad finalmente ha demostrado) un fragmento de la formación geológica que en todos los foros técnicos del mundo es reconocida como Picos de Europa: los tres macizos calizos y el Precornión. Pero también hubo opiniones a favor, como ahora, entre quienes veían y ven una manera de subirse a un carro turístico ganador de visitantes y todo ello en foros públicos, con alcaldes tirándose los trastos unos a otros con aquello del “el niño es mío”. Es relevante destacar que lo que deja en evidencia esta reciente disputa en la prensa es la ausencia de comunicación entre los regidores de toda la Comarca, quienes en lugar de tener el asunto hablado, tratado y a ser posible consensuado, se enzarzan en un rifi rafe estéril. Esto sí que nos debe preocupar, pues el barco en el que vamos todos es la Comarca y malamente llegaremos a buen puerto si los, entre nueve y doce capitanes, quieren maniobrar dando órdenes contradictorias. Entre tanto, asturianos y cántabros compran palomitas y se entretienen mirando el espectáculo, mientras aquí nadie parece darse cuenta de que, en todo caso y como mucho, somos los Pocos de Picos de Europa.