Revista Comarcal
España ha experimentado un fenómeno migratorio notable en las últimas décadas, impulsado por múltiples factores económicos, demográficos y sociales. Una de las razones principales por las que España necesita la inmigración es la situación demográfica del país. La población española en general y los entornos rurales en particular, enfrentan un envejecimiento acelerado debido a la tasa de natalidad más baja de toda Europa y a una creciente esperanza de vida. Esto se traduce en un desequilibrio generacional que amenaza la sostenibilidad del sis tema de pensiones y la masa laboral disponible. Ante esta realidad, la inmigración se presenta como una alternativa indispensable para rejuvenecer el mercado laboral, mantener activa la economía y sostener los servicios sociales.
La Montaña Oriental Leonesa, especial mente la zona de Riaño, ha experimentado en los últimos años una notable presencia de migrantes sudamericanos, provenientes, en su mayoría, de países como Colombia, Venezuela, Perú y Ecuador. Las actividades laborales, en lo que a mujeres se refiere, se concentran en ciertos sectores debido a la estructura económica y social de nuestra región. Muchas mujeres sudamericanas migrantes que han llegado a nuestra comarca trabajan en el ser vicio doméstico, concretamente en el cuidado de personas mayores y enfermos, un sector que en áreas rurales como la nuestra depende cada vez más de las manos migrantes. Con una población muy envejecida, que trata por todos los medios de permanecer en su núcleo familiar, el trabajo de las migrantes es clave y responde a una necesidad de nuestros mayores. Los puestos de trabajo que ellas ocupan son rechazados habitualmente por trabajadoras locales.
Otro sector con perspectivas es la hostelería. Riaño y su entorno, por su belleza pai sajística, atraen muchos visitantes, lo que crea demanda en servicios como restaurantes, bares, hoteles y casas rurales. Los migrantes trabajan como camareros, cocineros y personal de limpieza, trabajos que suelen ser desechados por los locales, o no pueden cubrir toda la demanda.
Aunque menos común, también hay migrantes empleados en el sector de la construc ción y algunos en trabajos agrícolas y ganaderos.
A pesar de su importancia, estos trabaja dores enfrentan una subestimación generalizada. Uno de los factores clave que explican esta desvalorización es la percepción social que asocia ciertos trabajos a poca cualificación, sin reconocer las habilidades y la dedica ción que requieren. Además, existe un componente de discriminación y prejuicio basado en el origen étnico y cultural, lo que perpetúa una visión limitada del potencial y las capacidades de los migrantes. Esta subestimación también se refleja en las condiciones laborales, donde a menudo afrontan contratos precarios y bajos salarios.
A pesar de estas adversidades, los migrantes sudamericanos son un motor esencial para la economía de nuestra comarca y contribuyen a la diversidad cultural y social de la Montaña de Riaño. Su integración y reconocimiento son vitales para construir una sociedad más justa e inclusiva.
