Revista Comarcal
Nuestra comarca, en plena Montaña Oriental Leonesa, es un lugar de gran belleza natural, con gran valor ecológico y medioambiental, historia compartida y raíces profundas. A pesar de ello, como tantas otras zonas rurales, sufre una regresión constante y silenciosa, aumenta la despoblación y no hay relevo generacional. Los que aquí resisten lo saben bien: cada año hay menos vecinos, menos niños y menos actividad. Y, sin embargo, todavía late vida en nuestros pueblos.
Todavía quedan productores locales que elaboran productos exquisitos con manos sabias, panaderos que cada día encienden el horno para mantener la tradición y los sabores de siempre, y ofrecen un servicio esencial en la vida de los pueblos. La carne de nuestros pastos es insuperable y conserva con dignidad la tradición. Aún resisten al gunas tiendas a duras penas, pero esa resistencia es frágil. Muy frágil.
Cada verano, muchos montañeses regresan a sus pueblos. Vuelven a sus casas, a sus recuerdos y a sus raíces. Pero no siempre vuelven del todo. Llegan con los maleteros llenos y apenas consumen productos esenciales en la zona. En algunas casos, ni siquiera pan. No aportan. Y eso, aunque parezca un pequeño detalle, tiene grandes consecuencias en el devenir de nuestra montaña.
Y no se trata solo de economía. Se trata de identidad, de orgullo, de solidaridad. Si no apoyamos lo que nos que da, si no compramos aquí, si no usamos los servicios que aún tenemos, irán muriendo poco a poco. El comercio local desaparecerá, y con él, una parte esencial de lo que somos.
Por eso hoy queremos hacer un llamamiento muy claro: consumir en la comarca es defenderla. Es apoyarla. Es apostar por su futuro. Es poner en valor lo nuestro. Porque si no lo cuidamos y apoyamos, nadie vendrá de fuera para hacerlo por nosotros.
Que cada compra que haces en la comarca sea también un gran acto de amor por esta tierra, que es la tuya, y de la que tanto presumes fuera de aquí.
